Así que no te gusta el pescado

Siempre escucho decir que el pescado es sano. Quise averiguar un poco más sobre este tema. No soy nutricionista, pero como toda persona que desea tener un cuerpo que te ponga contento cuando te miras al espejo, he ido alguna vez a un nutricionista. De hecho dentro de las dietas que me sugirieron, estaba el pescado. Me puse a leer un poco más sobre los beneficios del pescado y encontré que no sólo es bajo en calorías sino que también es fuente de proteínas, minerales, vitaminas y grasas buenas.

No sabía que habían grasas buenas o grasas malas. Resulta que las malas vienen de mi pollo broster de la esquina, las buenas vienen de alimentos como el pescado. Una de esas grasas buenas es el Omega-3, esa que dicen que es milagrosa. Resulta que el Omega-3 reduce la grasa mala en la sangre (triglicéridos), hace bien al corazón, es antiinflamatorio, previene el cáncer, favorece el desarrollo cerebral, y hasta previene la depresión! Tú sabías todo eso? Yo no. A mi solo me gustaba el pescado porque es rico.

Descubrí también que el pescado es un alimento fácil de digerir. Y claro, tiene sentido, porque después de empujarme 30 makis, pasa una hora, y vuelvo a tener hambre! Te ha pasado? Es porque lo digieres al toque.

Y tú? Comes pescado?

Lo comes y te gusta?

Lo comes y no te gusta?

Lo comes porque te gusta?

Te gusta porque lo comes?

No lo comes, no te gusta y no sabes por qué te hago tantas preguntas?

No importa. Solo cómelo. Muerde el anzuelo. Come más pescado y serás inmortal.

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